Testimonio: Mi primer año de Maternidad

Buenas a todos, me llamo R. y hace ya más de tres años que fui madre soltera cuando apenas acababa de cumplir la mayoría de edad.

 

Mi primer año de maternidad fue una locura,  supongo que como cualquier madre primeriza (ojalá vinieran con un libro de instrucciones).

 

Recuerdo con que emoción viví los primeros días, después de tanto tiempo por fin tenía a mi bebé entre mis brazos, no podía parar de mirarla. Me pasaba los días llorando, la mayoría de veces no sabía muy bien porqué, las hormonas pueden ser tu peor enemigo los primeros meses. Fui víctima de un parto complicado y muy traumático que hizo que tuviera terrores nocturnos constantes y un miedo insufrible porque algo malo le pasara a mi bebé.

 

También me acordé de las mil veces que me dijeron que no iba a volver a dormir, y ¡qué razón!. Estaba agotada, me sentía súper torpe, no estaba nada ágil, no tenía apetito, podía pasarme días sin ducharme, apenas me arreglaba, no tenía ni tiempo ni ganas. Todo lo que tenia, mi tiempo y mi vida entera se las dedicaba a mi bebé.

 

Poco a poco vas conociendo a tu bebé, te vas conociendo a ti misma en tu nueva faceta como madre (y zombie), te vas adaptando a tu nueva vida y te das cuenta de que nunca volverás a ser la que eras.

 

Y van llegando esos primeros momentos, esa primera sonrisilla que te enamora el alma, sus primeras comidas, su primera palabra, sus primeros pasos, sus primeras caídas. Esas primeras veces que siempre recordarás, que te darás cuenta de lo mucho que ha merecido la pena todo este tiempo con tu bebé con tal de verlo feliz.

 

Acostúmbrate a que todo el mundo opine y te dé sus mejores consejos (sobre todo si tienes 18 años y todo el mundo da por hecho que eres una irresponsable) Cuesta, cuesta mucho tener que taparte los oídos cada vez que alguien abre la boca, pero créeme, es lo mejor que puedes hacer por ti y por tu bebé.

 

Fue un año de aprendizaje a todos los niveles, crecía al mismo tiempo que lo hacía mi bebe y tuve la oportunidad de aprender tantísimas cosas de ella que ningún libro es capaz de enseñarte.

 

Pero tranquila, que una vez que has superado tu primer año de maternidad, los siguientes los afrontas de otra manera, y por lo que te preocupabas ayer, mañana ya no tiene tanta importancia. Disfruta cada segundo con tu bebé porque por suerte o por desgracia no se volverán a repetir.

 

Así que hija te doy las gracias porque cada día, cada mes, cada año, aprendo algo nuevo y maravilloso de ti, gracias por ser mi mejor maestra. No puedo esperar para ver que nos deparan los próximos años.