El vínculo entre una mamá y su bebé comienza desde antes incluso de que llegue el embarazo. Con las ilusiones, expectativas, la imaginación, el pensar cómo será ese deseado bebé, los sueños, etcétera. Poco a poco y casi sin darnos cuenta empieza a existir un estrecho vínculo que se verá reforzado por la continua comunicación que habrá entre ambos durante toda la gestación y después del parto.
Se dice, incluso, que el propio bebé elige a sus padres y elige dónde, cuándo y cómo tiene que llegar. Siempre se ha pensado que todo depende de los primeros momentos, del paso del tiempo, del contacto tu a tu y de lo que pase en casa, nada más lejos de la realidad. Pero, no hemos de obviar la gran importancia que la gestación tiene para el futuro de mamá y bebé y su relación.
La comunicación entre mamá y bebé durante el embarazo es fundamental para el bienestar emocional y físico de ambos y para el correcto desarrollo de todo el proceso.
Comunicación Mamá-Bebé antes de la implantación
La vida intrauterina del futuro bebé es un mundo fascinante y la madre, debe tener comunicación y línea directa con él desde el primer momento de la concepción.
Recientes estudios de la fundación IVI demuestran incluso que ya existe una comunicación entre mamá y bebé antes del implante de este en el útero y que dicha comunicación puede hasta llegar a modificar la información genética del bebé. La explicación de los científicos es la siguiente:
Los fluidos endometriales de la mujer van variando a lo largo de todo el ciclo menstrual y, en ellos, existe contenido genético de ésta. Durante los días más fértiles de la mujer, por tanto, este fluido es totalmente diferente así como la información que contiene. Información que, coloquialmente hablando podría estar diciéndole al futuro bebé: “Ven aquí que estoy preparada para recibirte”.
Estas pequeñas moléculas de ARN materno se unirían a los ARN mensajeros del embrión que, a su vez, también tendrían la capacidad de modificar algunas zonas del genoma del bebé. Esto resulta de especial interés para aquellas mujeres que se quedan embarazadas por medio de ovodonación. ¿Por qué? Porque la epigenética (encargada de permitir estos cambios genéticos en el genoma del bebé) permitiría ciertas modulaciones que harían que incluso los bebés tuviesen rasgos físicos similares a los de sus madres.
Mamá y Bebé en Línea
El cuerpo de la mamá es la casa del bebé durante los nueve meses que dura el embarazo y el desarrollo de éste se realiza al ritmo del corazón y las emociones de la mamá. Que importante debe resultar entonces que esa casa sea acogedora, en calma, en paz y en armonía.
El embarazo es el punto de convivencia más íntimo y espectacular que puede darse entre dos vidas. Un ser que vive y se desarrolla dentro de otro ser. Para mí, resulta pura poesía. Es la total simbiosis de dos vidas.
Tanto es así que durante la gestación, no solo va cambiando y desarrollándose el cuerpo y la mente del bebé sino que, los cambios de la madre también van más allá de los físicos. Estudios han demostrado que el cerebro de la mujer embarazada también sufre modificaciones durante el embarazo, tanto estructural como funcionalmente. La liberación de oxitocina en el cerebro permite la desactivación del cortisol que es la hormona del estrés, por ejemplo. El cerebro de la mamá queda listo para responder a las necesidades que pueda mostrar su bebé, una de ellas, un embarazo con las sensaciones de estrés más moderadas. Se dice que el cerebro de la madre se transforma en un “cerebro maternal”.
Tiempo atrás se pensaba y defendía la idea de que el feto no tenia la capacidad de pensar, recordar, sentir, aprender y responder a estímulos. Con el paso de los años y el desarrollo de las investigaciones estas ideas han cambiado. El bebé crece rodeado de un ambiente genético y emocional que no le es indiferente de ninguna de las maneras y ello graba en él ciertos patrones de respuesta, conducta y carácter que formarán parte de él durante el resto de su ciclo vital. Por ello es tan importante la nutrición adecuada, no sólo la alimentaria sino también, la emocional.
Mamás y bebés, que disfrutéis de un feliz, comunicativo y nutritivo embarazo.
Olaya Martínez
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