Vida Fácil

Hay tantas cosas a diario que merece la pena pararnos a observar y que nos ayudan a lograr la sensación de bienestar y calidad de vida. En cualquier rincón, cualquier pequeño detalle: el cruce de una sonrisa con alguien desconocido por la calle, sentarnos a leer un buen libro, un paseo por la orilla de la playa, la sonrisa de un niño, un café con un buen amigo, el brillo del sol, disfrutar una agradable conversación, conocer a alguien nuevo, viajar, reír, trabajar en lo que verdaderamente te apasiona, terminar de tomar una decisión que llevas tiempo postergando,… Podría seguir durante muchas líneas más.

Quizás el problema sea que parecen cosas tan obvias y tan “al alcance de todos” que les restamos valor cuando verdaderamente podrían ser un TODO. Bueno, te invito a que empieces a practicar. Hoy puede ser un buen momento para prestar un poco más de atención a esos pequeños detalles que pueden hacer de tu vida, un lugar placentero, fácil y feliz. ¡No te cortes y disfrútalo! En realidad, eres tú quien lo decide.

No te abraces a la costumbre, no te aferres a algo por el simple hecho de ser lo único que conoces. ¿Tienes idea de cuánto hay ahí fuera por descubrir? Permítete descubrir el mundo que podrías tener a tus pies.

Como psicóloga en Valencia, escucho muy a menudo la frase “Yo sólo quiero ser feliz” y suelo proponer a mis pacientes en consulta que se sienten a pensar muy seriamente qué significa para ellos ser feliz y qué necesitan para serlo. En muchas ocasiones, ni siquiera somos conscientes de qué es lo que nos falta o nos sobra para lograr dicho bienestar. Bien, os invito a que lo hagáis. Puede ser interesante reflexionar sobre ello y conocerte un poco más.

Como seguramente os pasa a muchos de vosotros, soy gran admiradora de la obra de Antoine de Saint-Exupéry, “El Principito”. Me parece un libro ideal para poder ejemplificar cómo sería hacerse una vida difícil o, por el contrario, cómo sería hacérsela fácil. Y es que, a veces y vistos desde fuera, podemos resultar muy graciosos. Y, efectivamente, hacemos de algo muy sencillo, todo un mundo.

Una de las primeras famosas frases que me gustaría destacar nos habla del amor y de cómo el amor podría ser mucho más sencillo y constructivo de lo que, en ocasiones, nos lo hacemos.

“Amor no es mirarse el uno al otro sino, mirar los dos en la misma dirección”.

Lo que podemos llamar, hacer un buen equipo. Amar es construir juntos, crecer y tener metas en común. Si estamos más pendientes de lo que quiere el otro o de lo que el otro no hace como yo creo debería, se nos va a complicar mucho eso de conseguir una vida fácil.

En uno de sus viajes, El Principito conoce a un rico hombre de negocios que tiene gran cantidad de estrellas. El Principito le pregunta qué hace exactamente con todas las estrellas de las que es dueño a lo que él responde:

“Me sirve para ser rico” – y, ¿Para qué te sirve ser rico? pregunta El Principito-  “Para poseer más estrellas”.

Acumular, acumular y acumular riquezas sin más, no creo que sea suficiente para tener una vida fácil y feliz. Todo debe tener un objetivo y una función… ¡Hasta ser rico!

Me gustaría acabar con la que es, sin duda, la frase por excelencia de esta obra maestra:

“He aquí mi secreto que no puede ser más simple: sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible a los ojos”.

La belleza, bienestar y la felicidad forman parte de nuestro corazón. No busques fuera lo que, en realidad, está dentro de ti. Utiliza siempre el corazón y la vida te va a obsequiar con todo aquello con lo que sueñes.